El día sábado me levanté temprano. Durante la mañana sentí mucha curiosidad e impaciencia a la vez. ¿El motivo?. El renombrado piloto escocés David Coulthard estaría en Lima y realizaría una exhibición en el auto de la escudería Red Bull. Personalmente lo tomé como un gran acontecimiento. Por primera vez en mi vida vería un monoplaza en acción. Por otro lado aprovecharía para observar como organiza un evento de comunicación no tradicional (publicidad btl) una de las marcas con mayor experiencia haciendo este tipo de actividades. Red Bull.
Conforme me iba acercando al lugar exacto del evento me percaté que había un problema vehicular. Los choferes presentaban sus quejas en forma de insultos a la policía. El problema consistía en el hecho de haber cerrado la avenida La Marina. Posiblemente muchas personas no estaban informadas acerca del acontecimiento. Esta presentación hubiese salido mejor en un lugar cerrado. Por ejemplo en la zona de parqueo en el Hipódromo de Monterrico.
Deje atrás los rostros serios de los policías tras ser agredidos verbalmente. Proseguí mí camino. Pude ver algunos rostros de deportistas conocidos. Como por ejemplo Gabriel Villarán uno de los tablistas peruanos más reconocidos y respetados. Era el perfil de las personas que esperaba cruzarme. El público de Red Bull son personas jóvenes que gustan de asistir a los eventos que se realizan en la capital y sobretodo que disfruten realizando deportes extremos.
El lugar estaba repleto. Al día siguiente leí en un diario local que habían asistido 50 mil personas. Tuve la suerte de encontrar un espacio. Las personas estaban ubicadas en los techos de los inmuebles aledaños. También llegué a observar a un grupo de fanáticos que tomaban la parte superior de un paradero.
A eso de las tres y treinta de la tarde el invitado de honor ya estaba montado en el poderoso bólido. Encendió el motor. Estaba perfectamente afinado por los ingenieros de la escudería. El sonido era intenso pero no provocaba taparse los oídos. Parecía un pequeño concierto de una excelente banda de rock. Dio la primera vuelta. Limpia, espectacular y nunca vista. La segunda fue una comunicación intensa con el público. Los comentarios de todos eran favorables.
En conjunto fue un gran evento publicitario bajo la modalidad btl(below the line). Los toldos eran implecables, había mucha seguridad y también elementos muy creativos para aprender a hacer esta forma de anunciarse. Aquí se trata de hacer cosas sorprendentes como poner pantallas de plasma transmitiendo escenas de carreras en otros lugares del mundo o también de poner un discjockey poniendo música electrónica de la buena.
Este evento brindará mucha recordación a la marca. Yo sentí que la presencia del auto no opacó todos los elementos adicionales que la bebida había colocado. El público sabe quien organizó ese evento. También me pareció muy buena la idea de repartir latas con el producto a cuanta persona pasaba por ahí.
Este es el segundo evento de Red Bull al cual asisto en la ciudad de Lima. Realmente las personas que trabajan para la marca conocen muy bien todo lo que hay que hacer para que este tipo de eventos salga impecable. Verdaderamente es un derroche de creatividad y también de buen gusto.
El público limeño espera con mucho entusiasmo más eventos de esta marca que va dirigida a los jóvenes. Con esto Red Bull brinda herramientas a la gente para hacer cosas más creativas. Señala el camino hacia lo que impacta y causa recordación.
miércoles, 17 de junio de 2009
viernes, 12 de junio de 2009
El amor en los tiempos de la crisis.

Sí una persona, sea peruana o extranjera, se enamora y decide casarse tiene que tener una cantidad razonable de dinero para poder subsistir. De lo contrario su entorno pensará que a este individuo le falta un tornillo. Pero si un hombre llega a enamorarse de una marca, este no tendrá que tener la cuenta del banco llena ni mucho menos estar en la lista de clientes de la “cuenta millonaria” de un conocido banco local.
Para el publicista Kevin Roberts, CEO de Saatchi & Saatchi las marcas tienen que ser irresistibles. Como la mujer peruana más bella o como la chica de los sueños de cada lector. Esto ocasionará que la prefiera por encima de su precio o su ausencia en el punto de venta. Eso si es ser fiel. Debido a que en el marketing la falta de un producto en una bodega o supermercado es un pecado mortal. Una “lovemark” debe juntar tres conceptos fundamentales: Misterio, sensualidad e intimidad. Hay marcas que trascienden a las empresas que las producen. Las marcas son ahora de los consumidores y ya no de los empresarios o stakeholders. Se trata de un concepto muy fuerte y que revoluciona el universo publicitario y del mercadeo.
Ser la marca a la que más se aspira es el primer paso para convertirse en un “lovemark”. En una época de crisis una “lovemark” saldrá mejor librada debido a la lealtad construída. Esta lealtad se construye sobre una base. Esta está compuesta por respeto, amor y transparencia. Elementos que equivalen a ser los pilares que sostienen un matrimonio duradero.
El marketing moderno debe ir más allá de vender productos o algún servicio. La misión de los profesionales en este rubro es construir una relación de felicidad. El cliente debe ser considerado mucho más importante que el producto. Esto se debe lo siguiente: Las personas tienen sentimientos y los que crean las marcas lo han comprendido. Los profesionales encargados de dar vida a una marca tienen que sintonizar a esta con el alma de la gente. Es necesario crear un lazo de amor entre las marcas y los consumidores.
Para terminar quisiera hacer una reflexión. En el mercado se necesita librar menos batallas y concentrarse en hacer mejor el amor.
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